3 pasos para dejar las excusas de lado
Es sumamente interesante observar nuestra evolución mientras va pasando el año. Iniciamos con fuerza claras con la meta que queremos lograr, enfocadas y determinadas, sobre todo optimistas. Sabemos que podemos alcanzar ese resultado.
Sin embargo llega un momento en que dejamos todo, en que nos dejamos llevar por el día a día y le decimos bye bye bye a las metas. Este es un hecho tan interesante que estudios señalan que solo el 8% de la población logra su propósito de año nuevo. Imagínate, solo un 8%, el resto lo dejamos tirado. Incluso he leído que luego de 3 semanas hay personas que desisten con sus metas.
¿Porqué hacemos esto? Hay muchas razones por las que abandonamos nuestras metas.
- Es tan retadora que no sabes cómo lograrla.
- Sentimos que requiere un gran inversión de tiempo, dinero, energía, etc. y simplemente en este momento no lo “tenemos”.
- Dejamos de creer en nosotras y pensamos que no somos quien para desear esa meta.
- Pensamos que no es el momento adecuado.
Aquí es importante darnos cuenta de que hay detrás de la excusa. Hay que comenzar a cuestionarla.
- ¿Qué me llevó a detenerme?
- ¿En qué me estoy basando para pensar que (incluye tu excusa)? ¿Hay hechos que lo prueban?
- ¿Mi meta es realmente tan importante para mi o me he dado cuenta de que es el sueño de otra persona?
- ¿Qué está pasando en este momento que la estoy abandonando?
Hay que entender que hay detrás de esa excusa. Por lo general suele ser un sentimiento como miedo:
- Miedo a no saber.
- Miedo a no ser suficiente.
- Miedo al qué dirán.
- Miedo a no generar resultados.
- Miedo a no merecer esa meta.
Una vez entiendas que te detiene, revisa tu plan y crea estrategias que te permitan sobrepasar las excusas, dando un paso a la vez. Muchas veces cuando estamos frente a una situación queremos ir con todo, sin embargo con nuestros miedos es importante disfrutar los pasos que nos llevan a vencerlos porque en ellos es que está el verdadero aprendizaje.
Mi plan también puede ser buscar ayuda para enfrentarlos o a alguien que camine conmigo cada paso y me ayude a ser intencional con los mismos.
Sobre todo, hay que estar claras en que el plan es un plan, y que necesita ser revisado constantemente, y sobre todo reestructurado para que nos ayude a mantenernos motivadas.
Déjame saber como te van con estos 3 pasos de acción déjame un mensaje en este blog o en mis redes sociales.