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13 lecciones que aprendí al pasar de empleada a emprendedora – Parte 1

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Cuando decidí emprender fue una decisión instintiva y jamás me imaginé los desafíos mentales y emocionales que iba a vivir en mi camino de empleada a emprendedora.

Tomar la decisión de emprender fue finalmente aceptar el rumbo que iba a tomar mi vida y comprometerme conmigo misma a no mirar hacia atrás.

Sin embargo, fue una decisión que también me empujó a transformar mi vida, porque más allá de crear un negocio, creé una nueva versión de mi mismaUna versión que piensa de una forma diferente y que convive con sus emociones, algo que fue retador considerando que venía de una crisis de depresión y ansiedad producto de todo lo que estaba viviendo en el ámbito laboral.

En lo profundo sabía que este es el camino para mi.

Índice

13 lecciones parte 1

Hoy te voy a compartir cuáles son los cambios de mentalidad y a nivel emocional que hice en mi vida para mantenerme en el camino del emprendimiento.

Cambio de mentalidad

Emprender requiere un cambio de mentalidad.  Un empleado y un emprendedor piensan de formas muy diferentes.

Por ejemplo:

  • Empleado: la línea de trabajo está dada en una empresa, lleva una descripción de puesto y responsabilidades, límites de tu puesto, recibe instrucciones de un superior, etc.
  • El emprendedor: su línea de trabajo está dada por ella misma, crea sus propia metas y planes, las instrucciones vienen dadas por ella y su meta, debe desarrollar su propia creatividad, resolución de problemas, entre otros.

Esto es algo que he visto en varias clientas. Al inicio esperan que otros le digan que hacer porque venimos de una cultura de trabajo muy diferente a la que tiene un emprendedor. 

Adaptarse a esta nuevoa cultura es aprender a pensar fuera de la caja, salirse de los límites mentales establecidos por el mundo corporativo y aprender a ser diferente, a innovar y tomar riesgos.  Y todo esto requiere desarrollar una mentalidad diferente.

Aprender a manejar la incertidumbre

Si comienzas por tu cuenta y sola no vas a tener un supervisor que te ayude a solucionar, sino que te toca hacerlo a ti. 

Es por ello que es importante aprender a reconocer las emociones que genera la incertidumbre y técnicas para  gestionarlas que te ayuden a ver alternativas a los retos y seguir adelante.

Este fue uno de los puntos que más me costó al inicio.  Yo vengo del mundo corporativo en donde las instrucciones estaban dada, la iniciativa y creatividad limitada a lo que pedía la organización.  El saber que tenia espacio para crear, que yo ponia mis reglas, wow!! me desestabilizó por completo tanto que llegue a procrastinar por meses.

Con el tiempo me di cuenta de que era yo la que tenía que aprender lo que tenía que hacer con ese tiempo, porque me generaba ansiedad el no saber qué hacer ni qué resultado iba a tener.

Para romper con la incertidumbre tuve que aprender a tomar responsabilidad de todo.

Asumir la responsabilidad de todo

Tu eres responsable de tu éxito o fracaso, no el mercado, no la estrategía, tú como persona.  Y esto es lo más difícil de asumir para muchas personas, porque no estamos acostumbrados a ver nuestra responsabilidad y cómo nuestras acciones nos llevaron a exceso resultados, y lo segundo estamos programados para culpar a otros (incluyendo factores externos)

Cuando aprendes que como haces algo haces todo y que siempre vas a ser responsable de tus resultados, aprendes que no resuelves nada con esa actitud pesimista, así que terminas asumiendo tu responsabilidad y tomando acción.

Quisiera decirte que aprendí esto al inicio de mi negocio pero no fue así, fue en una experiencia personal, antes me quejaba mucho porque las cosas estaban caras, no podía pagar yo lo que quería, que siempre me faltaba algo… cuando comencé a prestar atención a esta conducta en mi me di cuenta que yo era la responsable de mi situación porque:

  • Estaba tomando acción desde la necesidad, desesperación y el miedo.
  • Culpaba factores externos y comparándose en lugar de mirarme a mi.
  • Me di cuenta que no estaba tomando acción como creía.

Al tomar consciencia de esto hice cambios en mi vida como por ejemplo:  deje de seguir personas que sentia espejo para no caer en la tentación de comprarme, cree planes detallados para mi y decidí ser fiel a ellos, tome responsabilidad y organice mis finanzas para poder ir abonando y pagando lo que debía.

Crear con intencionalidad

Cuando entras al mundo de las redes sociales puedes entrar para consumir o para crear.  En nuestra vida diaria muchas veces tomamos las redes sociales para consumir, callar el cansancio o esa voz que dice que no has terminado tus tareas.  Y puedes quedarte horas consumiendo contenido y quitando espacio a  tu voz interior.

Como emprendedora aprendes que tu rol es creativo y que para ello todo lo que hagas tiene una intención.  Porque cada momento de tu día es preciado, y no puedes perder el tiempo consumiendo contenido que no va a alineado a tu meta, por lo cual creas la consciencia de entrar a crear y sabes ponerte límites para consumir.

Te voy a invitar a que imagines este escenario.  Son las 9 de la noche (o la hora a la que te vayas a dormir) tomas tu celular y comienza tu tarea de scrolling, cuando vas a ver son la 1 de la mañana y te vas a dormir a esa hora, te cuesta un poco pero logras dormir para luego levantarte a las 6 de la mañana y comenzar tu día.  Tratas de crear para tu negocio pero no te sientes inspirada sino agotada porque no dormiste bien.  Repite esto todos los días y ¿qué crees que va a pasar?  

La falta de intencionalidad en tu proceso creativo te lleva a estancarse.  La solución, sé intencional con todo lo que haces.

Dejar de compararme

Parte del cambio que requiere desarrollar tu vida como emprendedora es aprender a dejar de lado el estarse comparando.  Hay que aprender a reconocer que te hace único dentro del mercado y mantenerse fiel a ello.  Esto puede llevar a dejar de seguir o de consumir cierto contenido para sanar esta parte tuya. 

Nos comparamos cuando no tenemos confianza en nosotras mismas, y en aquellos momentos en donde podemos experimentar frustración por todavía no alcanzar nuestros deseos.

Hemos aprendido a que tenemos que ser la mejor, y la verdad es que vivimos en un mundo más competitivo que colaborativo.  Y para ser la mejor tienes que ser – tener – hacer mejor que la otra persona  

La trampa de la comparación es que puede arrastrarte como ola hacia tu propia perdición y mantenerte en el agua.  

Porque cuando vivimos pendiente de los otros retiramos el foco de nosotras. Y al final de cuentas no tienes que tener o ser mejor que otra persona, solo ser mejor cada día, la única persona con la que te tienes que comparar es contigo misma.  

Y ese es el reto real.

objeto brillante, indecisión

El síndrome del objeto brillante

Algo que me tocó aprender y que va de la mano con lo anterior es no dejarme llevar por lo que brilla (esto lo aprendí de mi Coach y amiga Sherina Mayani).  Cuando entras al mundo de negocios online vas a ver que siempre hay una nueva tendencia, un nuevo caso de éxito, algo nuevo que está pasando, una nueva app, etc. 

Todos los días hay algo nuevo y se despierta el deseo de probar todo para ver que de todo realmente te va a ayudar a lograr tu meta en tu negocio.  

Lo que hay que aprender a distinguir es como esa tendencia o novedad de verdad se alinea a ti, si está alineada a tu negocio y visión, si de verdad es algo que va a aportar valor o no. 

No dejarse llevar por lo que todo el mundo está haciendo, sino tener ese discernimiento para saber si es para mi o no.

Y esto fue algo que aprendí a las malas.  Al inicio de mi carrera como emprendedora seguía cada tendencia que salía al mercado, la aplicaba y tenía algo de resultados y muchas veces nada. 

Al final terminaba toda desenfocada y me tocaba “volver a empezar” una y otra vez, hasta que aprendí que no todo lo que salía era para mi y a discernir que realmente iba profundizar para aplicar y aprender.  

El ser más consciente de que mi responsabilidad conmigo es mantener el enfoque en mi negocio me ayudó a manejar de mejor manera ese patrón de conducta, y a no dejarme llevar por todo lo que brilla.

Esta es la primera parte, la otra semana te estaré compartiendo la segunda con más aprendizajes y enseñanzas.  

 

Si buscas complementar esta lectura te invito a que trabajes tu mente con mi artículo 5 Estrategias para una Mentalidad de Éxito y Abundancia.

Déjame un comentario para saber que te llevas de este blog.

Comentarios (2)

Gracias por compartir tu conocimiento, ayuda a saber que una no está sola, ni loca, ni exageradamente soñadora, sino dirigiéndose viento en popa al destino que hay que cumplir porque SÍ.

Andrea!!! Así es, solo es cuestion de ir aterrizando el sueño un poquito cada día y aprendiendo de nosotras mismas. Nadie va a entender nuestra meta mejor que nosotras. Yo se que vas viento en popa 😀

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